Versión enriquecida con los seis fragmentos de la edición de Alcalá de 1554.
El Lazarillo de Tormes se publicó en la época de la España imperial. Según los estudiosos, debió escribirse entre 1524 y 1553, cuando apenas se habían sofocado en sangre las luchas sociales internas.
El Lazarillo fue un libro singular, pues mientras en las novelas de caballerías tan en boga en la época, se hablaba de héroes, y en las novelas pastoriles se idealizaba a la naturaleza, en el Lazarillo de Tormes el personaje es un antihéroe que se mueve entre la miseria y la basura de las ciudades. Por estas razones sería la primera novela moderna, por su realismo sin contemplaciones. A este estilo de novelar se le llamó picaresca.
Esta obra está enriquecida con los seis fragmentos que se integraron a El Lazarillo en la edición de Alcalá. Dichas partes, algunas de gran extensión, las hemos puesto al final del tratado en el que aparecieron, para no entorpecer la lectura, pero a la mano de quienes, por curiosidad, deseen consultarlas. Hay que dejar en claro que no son producto de la pluma del autor original, puesto que chocan con su estilo. Por momentos, en esas interpolaciones se nota que se intentó suavizar la crítica social. En la que se integró al final del Tratado quinto, es evidente que se pretendía atenuar el tono anticlerical de la obra. Hubo quienes supusieron que tales interpolaciones correspondían al borrador de El Lazarillo, pero esta opinión, por lo que acabamos de afirmar, no nos resulta convincente.
Invitamos al lector a que se adentre con buen ánimo en las peripecias de un pícaro que, con gran candidez, mucho nos enseña de valores humanos hablándonos de antivalores y antihéroes.