Todo se debió a una feliz coincidencia
El nombre de este grupo surgió por una feliz coincidencia: un día el disc jockey radiofónico Bill Gates –nada que ver con el cofundador de Microsoft– y el promotor de carreras de autos Bill Goode fueron a ver a los Brothers Gibb en su casa de Australia, donde vivían desde 1958. Ahí los recibió la madre de los chicos, llamada Bárbara Gibb. Al darse cuenta de la abundancia de iniciales iguales en esa sala, Gates dijo: “Hay tantas BG aquí, que creo que así debería llamarse la banda de estos chicos”, refiriéndose a los hermanos Barry, Maurice y Robin, quienes actuaban en teatros y eventos de carreras automovilísticas. A todos les gustó la idea y en su próximo disco se nombraron Bee Gees. Barry ya tenía fama entre sus allegados de ser un genial compositor, así que el disco se llamó: The Bee Gees Sing and Play 14 Barry Gibb Songs.
Poco después Hugh Gibb, el papá de estos jóvenes músicos, quien un tiempo había sido baterista, hizo llegar un demo a Brian Epstein, el mánager de The Beatles, y él se lo dio a su asociado Robert Stigwood. Éste, a principios de 1967, dio a firmar un contrato a los Bee Gees con Polydor Records. Su primer sencillo con este sello, New York Mining Disaster 1941, se ubicó entre los primeros veinte éxitos en Inglaterra y algunos aseguran que fue así porque se creyó que era un nuevo disco de The Beatles, ya que el nombre Bee Gees no apareció en la portada. Así empezaba lo mejor de la carrera de la joven banda.
Posteriormente, la balada “To Love Somebody” los reafirmó en el gusto del público. Se volvieron el grupo romántico por excelencia hasta que se desató la fiebre por la música disco en la década de los setenta. Entonces compusieron seis canciones bailables para el filme Saturday Night Fever, de 1977, protagonizado por John Travolta, y todas fueron verdaderos éxitos.
Justo ese año, la carrera solista de su hermano menor Andy Gibb llegaba a su cumbre, gracias sobre todo a las canciones que Barry componía para él, como la exitosa “I Just Want to Be Your Everything”, número uno en la lista de éxitos de la revista especializada Billboard en 1977. Pero su adicción a la cocaína terminaría provocando su muerte en 1988.
Quince años después murió su hermano Maurice de un problema intestinal. Barry y Robin, tras serias dudas, decidieron seguir adelante, pero la historia de los Bee Gees se cerró definitivamente cuando Robin murió de cáncer en el año 2012.