James Douglas Morrison era un joven de clase media alta, con un padre que ostentaba un importante cargo en la marina estadounidense. Él era rebelde debido a la falta de atención de sus padres y a sus lecturas, entre las que destacaban algunas obras de poetas malditos, como Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud.
Con el tiempo, empezó a escribir poemas y a cantarlos. Entonces estudiaba cine en la Universidad de California, en Los Ángeles. En 1965, en una ocasión en que paseaba por la playa de Venice, se encontró con Ray Manzarek, estudiante de la misma escuela, y le cantó algunos versos, entre ellos los de su poema “Moonlight Drive”.
Manzarek, quien tocaba el teclado, le propuso a Jim, entusiasmado, que formaran una banda, asegurando que podrían ganar millones de dólares. Pronto iniciaron los ensayos, integrando a Robby Krieger en la guitarra y a John Densmore en la batería. Ambos fueron traídos de la banda The Psychodelic Rangers. El nombre del nuevo grupo, The Doors, lo tomaron de un verso del poeta inglés William Blake (de quien se dice que veía ángeles desde niño): “Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería tal cual es: infinito”.
Las presentaciones de The Doors causaron revuelo por la calidad de las ejecuciones y por la teatralidad del cantante, que se haría llamar el rey lagarto. Se le nombraría también chamán eléctrico cuando se difundió la leyenda de que creía haber sido poseído de niño por el espíritu de un chamán indio moribundo.
En el famoso bar Whisky a Go Go, los vieron actuar Jac Holzman, ejecutivo de Elektra Records, y el productor Paul A. Rothchild, a invitación de Arthur Lee, cantante de Love, un grupo ya famoso en esa época del rock psicodélico, quien había dicho que valía la pena oírlos. Entonces The Doors firmaron un contrato. El primer álbum, homónimo, fue publicado en 1967 y tenía algunas composiciones propias, como “Break on Through”, “The End” y “Light My Fire”. Esta última fue número 1 en la lista Billboard poco tiempo después de haber sido lanzada.
En su segundo disco destacan “Love Me Two Times” y “People Are Strange”. Así se inauguraba una larga serie de éxitos, que terminaría con la muerte de Jim Morrison en 1971. La causa sigue siendo un misterio, pero parece estar relacionada con el consumo de drogas, como heroína y cocaína.