Violenta e intacta

Te dejo, intacta y violenta,

Abierto el jardín ambarino de noche borrasca.

Rodeada del arma de un miedo,

Te dejo, violenta e intacta.

Te dejo, intacta y violenta,

Como el fuego y la sal de una entraña,

Como un carácter, cordura sin cuerpo,

Como una santa desnuda y cansada.

Te dejo en el fresco

De luna con ramas.

Te dejo, niña, en un cesto De luna y manzana.

De mi poemario Las cicatrices del barro, disponible en varias plataformas digitales, entre ellas, Amazon, donde puede solicitarse impreso. Agradeceré sus comentarios.

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